sábado, 26 de mayo de 2012

PENTECOSTÉS

En Pentecostés celebramos el fruto de la novedad de la Pascua, con el que se inaugura una nueva presencia de Dios en el hombre, en sus hijos. Podríamos decir que Dios no se contenta con expresar su voluntad o guiar al hombre a través de una palabra o mandamiento, sino que nos quiere comunicar esa misma palabra o voluntad interiormente como gracia. Con este nuevo modo de presencia de Dios se cumplen las profecías del Antiguo

Por Mons. José María Arancedo


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