San Juan de Brébeuf debe estar horrorizado por lo que se está haciendo en su nombre. Él sufrió una muerte horrible para mostrar a los nativos de este país la importancia de nuestra fe; los jesuitas de hoy han pisoteado esa misma fe durante tanto tiempo que se han convertido en una garrapata.
Por Steve Skojeck
Ver nota completa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario