De la inmoralidad sexual y la impureza, San Pablo dice: “No sean ni siquiera nombrados entre vosotros” (Efesios 5: 3). Además, aconseja que pensemos en aquellas cosas que son nobles, puras, hermosas y admirables (Fil. 4: 8); pero llega el momento de mirar al Abismo y llamarlo por su nombre.
Ver nota completa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario