El papa Bergoglio volvió a perder una excelente oportunidad para denunciar las persecuciones religiosas por parte de la dictadura china. Durante la bendición de Navidad, Bergoglio llamó la atención por “el sufrimiento y la injusticia en todo el mundo” y omitió cualquier referencia a los que sufren bajo el Partido Comunista Chino (PCCh).
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