De modo parecido a como actúan los malvados gobiernos, los Pastores que nos apacientan desde la Santa Sede (y exteriores), hacen sus pinitos de globo-sonda, antes de perpetrar alguna malvada inmoralidad presentada siempre con dosis de misericordia y -por supuesto-, de vigilancia amorosa de las ovejas.
Ver nota completa...