Convertir en norma el que a un menor se le pueda privar de la asistencia de su padre biológico e incluso se le niegue el derecho constitucional a investigar su propia ascendencia biológica es una barbaridad, es un ejemplo de ley tóxica, venenosa.
Por José Javier Castiella
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VUELVEN A ASCENDER, VUELVEN LOS SERVICIOS DE FÚTBOL A LA CATEDRAL DE COLONIA
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Ayer día de la Asunción, la Catedral de San Pedro de Colonia (que celebró
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cele...
Hace 1 hora
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