La biología genética ha demostrado con certeza apodíctica incontrovertible que el ADN del cigoto humano, desde su misma concepción en el seno materno, es un identificador único e irrepetible –aún cuando existieran gemelos contenidos en un mismo saco vitelino, en cuyo caso cada cual tiene el suyo propio e inconfundible– distinto del ADN del progenitor y de la progenitora.
Ver nota completa…
viernes, 9 de diciembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario