miércoles, 15 de marzo de 2017

LA CARTA QUE TE DEBIA


El fin no justifica los medios. Lo mío fue un contrato mercantil: Dignidad subrogada, cosificación, trata de vientres, comercio de bebés: rotura de principios, no de tabúes. La maternidad es fuente de vida, no de ingresos. Y no, no he donado un órgano. He vendido un ser vivo.

Ver nota completa...


No hay comentarios: