Por el color de su jugo, parecido a la sangre, en la iconografía cristiana se convirtió en un símbolo del martirio. Un martirio fructífero, como su fruto, lleno de semillas. Y por sus innumerables semillas, envueltas con una dura piel, se la tenía como la propia representación de la Iglesia que bajo su manto acoge y protege a innumerables naciones
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SAN BRICIO, OBISPO DE TOURS
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San Bricio era natural de Tours y monje en tiempo de San Martín, cuya
paciencia ejercitó con su pereza y su soberbia. Aquel Santo predijo su
maravillosa ...
Hace 38 minutos

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