Por el color de su jugo, parecido a la sangre, en la iconografía cristiana se convirtió en un símbolo del martirio. Un martirio fructífero, como su fruto, lleno de semillas. Y por sus innumerables semillas, envueltas con una dura piel, se la tenía como la propia representación de la Iglesia que bajo su manto acoge y protege a innumerables naciones
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APAGANDO EL HACHO DEL SODALICIO
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Siguiendo la liquidación del extinto Sodalicio de Vida Cristiana fundado
por Luis Fernando Figari Rodrigo, empezaron disolviéndose las dos
organizaciones...
Hace 58 minutos
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