Algo que se ha puesto al frente y al centro durante el último año es la necesidad real de nutrir la vida de la iglesia doméstica dentro de nuestros hogares. No podemos controlar lo que hace el liderazgo de nuestra Iglesia, pero podemos controlar la decisión de traer a Cristo a nuestra vida hogareña.
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LA CRISIS PENSIONAL EN EL VATICANO
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«No soy un hombre de plegarias, pero si estás en el cielo, ¡salvame de la
quiebra, por favor, Soros!».
En una carta dirigida a los cardenales y responsabl...
Hace 11 minutos
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