sábado, 6 de junio de 2009

¡Gloria sea dada al Padre al Hijo y al Espíritu Santo! Amén


Quizá sería mejor el silencio, frente a Dios, pero ¡Ay si no se habla de Dios! Nos veríamos privados del único discurso necesario, el que concierne a nuestro interés supremo.
Domingo de la Santísima Trinidad

Por Mons. Marcelo Martorell

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1 comentario:

Eduardo Jorge Rodrigo dijo...

Al principio fue la Palabra y por la palabra se crearon todas las cosas y Dios vió que eran buenas. Está claro que la Palabra rompio el silencio. Colijo que, entonces, el silencio "es la matriz de la palabra".

Eduardo Jorge Rodrigo
Suboficial Mayor (R. A.)
Policía Prov. de Bs. As.