La
inviolabilidad de la vida de todo ser humano desde el instante de la concepción
es una exigencia elemental de justicia, que en el ordenamiento jurídico
argentino ha alcanzado jerarquía constitucional. No hay motivos, de ninguna
índole, para “acatar” el “fallo” de la Corte.
Por
Ricardo Bach de Chazal
No hay comentarios:
Publicar un comentario