“Una gran renovación”. “Una iglesia más grande y mejor”. “Un segundo Pentecostés”. Eso es lo que nos prometieron cuando nuestros obispos regresaron de Roma después de haber aprobado cambios radicales en la liturgia, la disciplina y toda su orientación de la Iglesia. Y, sin embargo, a pesar del entusiasmo inicial, cuatro décadas después, la Iglesia y toda la sociedad se encuentran en medio de una terrible crisis y confusión.
UNA DECLARACIÓN ANTROPOCÉNTRICA, CONFUSA Y DEMAGÓGICA (ver Anexo)
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Observaciones a la Declaración1)Error personalista “A partir de algunas
reflexiones filosóficas más recientes sobre el estatuto de la subjetividad
teórica ...
Hace 1 hora
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