De 1324 a 1327, hubo en Colonia dos Religiosos Dominicos de distinguido talento, uno de los cuales fue el beato Enrique Suso (1295-1366). Compartían los mismos estudios, el mismo tipo de vida y, sobre todo, el mismo deseo de santidad, que les había llevado a entablar una estrecha amistad.
Por Elaine Jordan
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