El 28 de marzo de 2012, las escenas que
muestran a Benedicto XVI y su séquito recibiendo cordialmente al sanguinario ex
dictador Fidel Castro, en la Nunciatura Apostólica de La Habana, fueron las más
dramáticas de la visita papal a la isla-cárcel desde los puntos de vista
religioso, pastoral, político, simbólico y de la propia teología de la Historia…
Por Armando
F. Valladares
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