Tengo
una inmensa nostalgia de lo que fue la civilización cristiana, de la cual pude
ver y sentir algo y de la cual todavía quedan algunos restos agonizantes. Sin
embargo, está desapareciendo y desaparecerá definitivamente de la faz de la
tierra porque hay toda una horda de bestias dedicadas a destruirla y hay un
rebaño de idiotas dispuestos a abandonarla.
Por
Cosme Beccar Varela
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